Una de las peores situaciones en el universo de los bienes y los servicios es alquilar un apartamento. Primero hay que tomar la decisión, luego se determinan las comodidades o incomodidades del bien, luego hay que rascar cabeza un rato mientras se define el presupuesto y finalmente iniciar la búsqueda. Buscar un buen lugar, en Medellín por ejemplo, es una de las esperanzas más perdidas. Si un barrio es muy solo y tranquilo, fijo le desocupan el lugar. Si es un barrio de las laderas puede caer fácilmente entre las vacunas urbanas o las balas de los vacunadores. Si es un edificio, el vecino puede ser su futuro verdugo. En fin, no existe ese lugar seguro, ese lugar tranquilo, ese lugar que garantice envejecer junto a los suyos y con lo propio.
Entre la búsqueda se encuentra variedad de opciones. Por ejemplo, si la tarifa es de $600.000 es posible que encuentre entre 25 y 70 metros cuadrados por el mismo precio. La diferencia la define azares desconocidos para quien arrienda. De ahí que es muy común escuchar: "increíble, tan barato, yo pago lo mismo y no es tan grande". De ahí que el reto es buscar para garantizar que se encuentre un espacio que se acomode a las necesidades. Es difícil pero posible.
Sin embargo, el costo de alquiler por un bien en Medellín es tan alto como el desempleo. Parece que en Medellín usted tiene más oportunidades y por eso los costos suben. Por ejemplo en un pueblo el alquiler es cuatro veces más económico comparado con Medellín. Es decir, si en Medellín cuesta $500.000, en un pueblo cuesta $180.000. Sin duda, son $320.000 oportunidades de comer, de pagar servicios de comer un helado el domingo y la oportunidad de pagar un pequeño crédito. $320.000 oportunidades que escasean en Medellín.
Retomando, las agencias se convirtieron en legalizadores de los mala paga (personas que vivian por varios meses en casa ajena y luego se marchaban sin pagar). Entonces debe conseguir un deudor solidario con propiedad raíz y usted debe demostrar que tiene un empleo y le alcanza para pagar el bien. Tramitología molesta para los honestos pero necesaria en el mundo de las sospechas.
Qué bueno un alquilador de confianza y baratero, por lo menos justo. Qué bueno un edificio con muros gruesos que soporten un clavo, una broca. Qué bueno un vecino que salude al encuentro. Qué bueno un vecino que ajuste su equipo de sonido a niveles tolerables. Qué bueno un excelente servicio en las agencias de arrendamiento. Qué bueno que no le cobraran comisión a los inquilinos en el primer mes. Qué bueno no tener que cambiar claves de la puerta. Qué bueno ser buen vecino de mis vecinos. Qué bueno una ciudad sin apartamenteros. Qué bueno, tal vez, un apartamento propio.
1 comentarios:
Que bueno que este blog tuviera un botoncito en cada post que diga "Me gusta".
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