Medellín es una ciudad increíble y rica en belleza, en naturaleza, en transporte público, en calidad humana, en clima, en arte y en tantas cosas que no parece verdad lo que dicen los medios informativos cuando anuncian y enriquecen sus diarios con nuestras muertos.
Si todavía tenemos personas en la ciudad que se matan unos a otros por diferentes motivos es porque desconocen el lugar donde viven y prefieren morir a vivir en este paraíso.
El hambre y el desempleo en Medellín no pueden ser un pretexto para violentar y entre todos podemos encontrar otras opciones de vida.
Sí, es verdad que todavía nos falta mucho para hacer de Medellín una ciudad perfecta, para muchos ya es un modelo mundial a seguir y el mejor lugar del mundo para vivir.
Todos nos podemos convertir en seres de paz en nuestro hogar, en nuestro empleo, en la calle, en los buses, cuando conducimos, cuando somos peatones, cuando podemos ayudar, cuando ayudamos a vivir y vivimos por los demás.
Medellín es un compromiso de todos.
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